XXX CERTAMEN DE NARRACIÓN BREVE MEDINA DE HARO
Hoy, 23 de abril de 2025, se han entregado los Premios a los ganadores de esta edición tan especial, en una ceremonia solemne, evocadora, emotiva y educativa. Nuestro Salón de Actos se ha engalanado desde su antesala para recibir a los participantes:


En esta publicación, que completa la reseña de la web de nuestro Centro, recogemos las intervenciones en el evento:
María Quirós, Directora del Instituto Cristóbal de Monroy:

Buenos días:
Bienvenidos a este especial acto de la entrega de premios del Certamen de narración breve Antonio Medina de Haro por su dilatada trayectoria, 30 años desde que en 1996 se organiza la primera edición en su memoria.
Nos acompañan:
- alumnado de 3º ESO y 4º ESO y de 1º Bach,
- ganadores y finalistas de esta trigésima edición junto a sus familias,
- miembros del jurado,
- profesores y profesoras,
- Virginia y Miguel Medina, nietos de Antonio y Virginia de Pablos (ganadores de anteriores ediciones),
- Paula Rafael Martín, Elena Fernández Macías, Elisabeth Hermosín Benítez y Rocío Maolí Jaén, aún por desvelar el motivo de su presencia.
Gracias al alumnado participante que año tras año desarrolla su capacidad literaria y, con ella, nos regalan el placer de leer y nos introducen en el mágico y apasionante mundo de la narrativa.
En la mesa, Micaela (viuda de Medina de Haro), sus hijos Miguel y Juan David y el Delegado de Educación del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, Pablo Chain Villar, cuya presencia hoy tiene mucho que ver con lo que a continuación vamos a desvelar.
Entre sus acepciones, el verbo recordar significa “Hacer presente a alguien algo de que se hizo cargo o que tomó a su cuidado”. Y precisamente, en el Monroy ha estado, está y estará presente la persona, el profesor, el escritor, el compañero, Antonio Medina de Haro. Con sumo cuidado y con toda la responsabilidad e ilusión, seguimos año tras año con este Certamen de narración breve que fomenta el interés por la creación literaria y permite despertar el gusto estético e incentivar la valoración de la actividad artística entre el alumnado de los institutos de Alcalá.
Labor encomiable asumida a lo largo de estas tres décadas por quienes han formado y/o forman parte del Departamento de Lengua Castellana y Literatura, gracias compañeros y compañeras por el compromiso adquirido para promover entre nuestros alumnos y alumnas la magia de la palabra escrita; a los miembros del jurado encargados de seleccionar a los premiados; y, muy especialmente este año al Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, representado por su Delegado de Educación, Pablo Chain Villar, por haber hecho posible lo que sin duda es el mejor reconocimiento a esta andadura: la edición de una antología con una selección de relatos premiados a lo largo de este dilatado período que se presenta hoy, día 23 de abril, día internacional del libro.
Como ha señalada anteriormente Isabel, os cuento cómo se ha gestado este sueño:
Desde el primer momento, cuando le planteamos a Pablo la idea, mostró su entusiasmo e interés para que la entrega de premios de este año viniera acompañada de la presentación de este libro, Breve Antología de los relatos del Certamen Medina de Haro, que recopila algunos de los textos ganadores en diversas ediciones.
Iniciamos así la apasionante recopilación de textos que junto con el asesoramiento de Ofelia Jaén, responsable de la Biblioteca Editor José Manuel Lara, fuimos madurando hasta su maquetación y diseño: múltiples correos con indicaciones, revisiones, correcciones, etc. Y como colofón y enriquecimiento de la obra, se contempló incluir algunas ilustraciones; aunando así dos manifestaciones artísticas: la belleza de la palabra que Antonio Medina de Haro tanto amaba y la pintura que ilustra algunos relatos inspirándose en los mismos. Hubo que seleccionar cuatro relatos y cuatro ilustradoras, que mostraron su entusiasmo y disposición para entre sus quehaceres académicos habituales de cualquier estudiante, dedicar tiempo a la lectura del texto seleccionado que les inspirara y llevar a cabo su plasmación pictórica. Estas ilustraciones han sido creadas por las siguientes alumnas de nuestro instituto:
- Paula Rafael Martín (alumna de 3º de ESO),
- Elena Fernández Macías (alumna de 1º de Bachillerato, que es también autora de la imagen de Don Antonio Medina de la portada de la Antología y que representa nuestro Certamen),
- Elisabeth Hermosín Benítez (alumna de 2º de Bachillerato, que ha realizado también los marcapáginas personalizados para los ganadores) y
- Rocío Maolí Jaén (alumna que finalizó bachillerato el curso pasado en nuestro Instituto), autora de numerosas obras gráficas para concursos de Coeducación, Biblioteca, etc.
No podemos estar más orgullosos y satisfechos de vuestras aportaciones.
De esta forma, con la palabra y la imagen hemos querido dejar constancia de dos expresiones artísticas que salen de las manos de nuestros jóvenes talentos y mantener viva la memoria de quien dedicó su vida a enseñar el buen uso de la palabra. Antonio, has dejado una huella indeleble.
Gracias Pablo por haber patrocinado esta edición.
De la misma forma que el reconocimiento a la figura de Antonio Medina de Haro excede las paredes del instituto, esta antología va a ser presentada el próximo sábado por la tarde en una carpa situada en la Plaza de Duque, dentro de las actividades en torno al día internacional del libro organizadas por el Ayuntamiento de Alcalá. Os esperamos.
Para nuestro eterno compañero y escritor, Antonio Medina de Haro, no hay mejor forma de reconocimiento hacia su labor como profesor de este su instituto.
Muchas gracias y enhorabuena a los premiados.
Ved aquí el resultado de la Antología:

Miguel Medina, alumno de 1º de Bachillerato y nieto de don Antonio:

Recuerdo.
La palabra recuerdo viene del latín «recordis», que significa volver a pasar por el corazón. Además de bombear la sangre que circula por todas las venas que se pasean por nuestro cuerpo, el corazón es el baúl de los recuerdos; el compartimento secreto que el cerebro utiliza para almacenar cosas del pasado que son ceniza y lágrimas en nuestro presente.
Desde que tengo uso de razón, siempre he oído hablar en mi familia de aquellos que ya no están, de aquellos cuyo recuerdo se pasea por el corazón de toda persona que les conoció; entre ellos mi abuelo Antonio.
Yo nunca le conocí, pero siento su presencia en cada conversación que oigo, atentamente, sobre él; en cada libro de su colección que, llevado por una curiosidad más que inocente, leo y disecciono; en cada sonrisa nostálgica que se esboza en las caras de quienes hablan de él; y es que a pesar de haberlo conocido únicamente por anécdotas e historias, aprecio a Antonio Medina de Haro no solo como abuelo, sino como educador, escritor y poeta y por encima de todo, como persona.
Y ahora os digo, permitíos volver, como yo, a pasar por el corazón, a recordar a quienes nunca pudisteis conocer; quienes os precedieron y, sin saberlo, os inspiran y alumbran desde la lejanía.
Muchas gracias.
Virginia Medina, estudiante del MAES de filosofía en el Monroy y nieta de don Antonio:

«La palabra», Virginia Medina Belloc
Navegando entre las estelas del conocimiento llega un profesor con talante peculiar. Entre los espacios que dejaban sus palabras nace en él un mirar despreocupado acompañado de una sonrisa pícara, y, entonces, pide una redacción curiosa: «Describe el suelo» . Curiosos, sus alumnos intentan pensar cómo se podría abordar semejante petición. Pese a todo, la
creatividad logra brotar como una flor de primavera en aquellas cabecitas y vienen mil pensamientos repletos de mundos por descubrir. Esto fue el inicio de algo, fue el inicio de una magia que ha estado vigente durante años en el corazón de muchos alcalareños, una magia que solo podía realizarse a través de las palabras.
Y me pregunto yo ¿Acaso hay algo más mágico que las palabras? Portadoras de sensaciones, momentos, y sobre todo, portadoras de amor. Y es que en una clase de secundaria también cabe amor aparte de la razón. De hecho, debe caber el amor: porque creo que no hay más bella forma de amar que transmitir lo que uno sabe. La enseñanza es la herencia de la vida. Lo que aprendemos, no son solo conocimientos sino el amor que una vez nos dieron.
Los alumnos sentados en sus pupitres, cada día esperaban un nuevo comienzo, un nuevo juego con palabras al que enfrentarse en clase de lengua. Ellos esperaban en clase a Antonio Medina, amante de la literatura. Un hombre de familia humilde deseoso de transmitir su amor, su herencia vital, a través de sus clases. Antonio nos deja un legado lleno de agradecimientos, buenos recuerdos ¡y también anécdotas! Mi padre a veces me ha contado que acompañaba a mi abuelo mientras corregía exámenes. Él le enseñaba algunas de las respuestas más disparatadas, y, entonces, pese a ser en cualquier caso algo divertido, mi padre en vez de reírse, se para y me cuenta serio cómo notaba la incipiente angustia de su padre por no poder aprobar a alumnos que realmente lo necesitaban. Su profesión le importaba de verdad. Deberse así a una profesión solo se puede hacer con el corazón.
Yo no conocí a mi abuelo, pero a través del mundo voy desentrañando su huella. Las personas somos como un puzle maravilloso, una compleja sinfonía inacabada, que vamos construyendo a través del mundo. Es bello no estar limitado, sino abierto a la vida, a que esta nos enseñe el camino. En cada persona, lugar, situación, o incluso libro, que descubramos siempre habrá una nota que encaje con nuestra melodía. Este es el camino de apropiarnos de nuestra propia verdad. Y yo, encuentro una gran parte de mi verdad en el recuerdo compartido que todos atesoráis de mi abuelo.
Las personas somos portadoras de recuerdos, y cada recuerdo construye un presente nuevo. Re-cordar, del latín cordare, se forma sobre el nombre cor, cordis corazón. Recordar es volver a traer al presente, traer de nuevo al corazón lo que una vez fue. Así es como el pasado se vuelve latente en nosotros. Lo efímero en el ahora se transforma en un eterno presente. Aprendamos del pasado para aprender quiénes somos hoy, dijo Ortega y Gasset.
Todos los seres humanos vivimos inmersos en lo que fuimos para aprender el ahora. Somos un proyecto vital que se expresa a través de la palabra. Cada proyecto es único, es decir, cada uno de nosotros somos un universo complejo y auténtico. El ser humano no es que se exprese con palabras, es que, el ser humano es palabra. Así es cómo es el ser humano; narración, historia. Una narración que se hace a sí misma. Una narración que continuamente aspira a adueñarse de sus propios pasos hacia un horizonte lleno de verdad. Lleno de la palabra.
La palabra extraña, curiosa y llamativa no es solo amor, magia o nuestro medio de vida, también es filosofía. Ser o estar se llama uno de los capítulos de mi abuelo en su obra «El Hombre Perdido». Precisamente, en el verbo Ser se revela la pregunta fundamental del ser humano. Las palabras no son más que un portal hacia nuestras entrañas, y las entrañas del ser humano son la bella consciencia de su existir.
He descubierto, aventurándome en sus libros, que mi abuelo no solo era un gran poeta sino que también era un gran filósofo. Sus páginas llenas de autores literarios, también están llenas de autores de la filosofía: Platón, Rousseau… Le digo yo a mis alumnos, que la filosofía nació en ese instante cuando un ser humano se sienta por primera vez, tras miles de años de evolución, en un lugar tranquilo en su jardín y se pregunta: «¿Y ahora qué?, ¿Ahora qué hago yo con todo este tiempo?» Cuando parece que más nos hemos encontrado, en un mundo lleno de comodidades, sin miedo porque algún tigre nos devore, el ser humano se pregunta qué hacer con su tiempo porque en el fondo está más perdido que nunca.
Ahora, por primera vez en la historia universal, la humanidad ha dejado de sobrevivir para aprender a vivir. Vivir es dialogar, es conectar con los demás y con uno mismo. Nos encontramos en un tiempo en el que reside una humanidad perdida que en vez de preguntarse cómo estar se pregunta cómo ser. Y es necesario perderse en la pregunta del ser para descubrir lo que, en realidad, siempre fuimos.
Mi abuelo, definitivamente era un hombre perdido que se preguntaba por su tiempo, y que por esto mismo tan perdido no parecía estar… Porque él se hallaba en la palabra. Siento que escribía, porque de alguna manera, aquí, en las palabras, encontraba el refugio de la verdad que tanto buscaba afuera, en los recovecos del mundo. Decía mi abuelo al final del capítulo Ser o estar de su obra: «¡Busquemos la palabra!» Que si miramos con profundidad, en el fondo lo mismo es decir: ¡Busquemos la verdad!
Mi abuelo era un hombre que a través de su ser y estar puso rumbo hacia la eternidad. Y la eternidad se dibuja en el pasado infinito de las estaciones, los días y los nacimientos. Haciendo honor a ello terminaremos con lo que este texto comenzó: la palabra. Para esto me complace citar a mi querido amigo Diego con el cual comparto el anhelo de desentrañar la esencia de lo que alguna vez expresan con palabras los seres humanos, y dice así: «las palabras son como redes con las que el espíritu se vincula y se hace intelectualmente tangible lo real. Son un misterio. No podría nunca terminar de decir lo que son. Pero mientras más trata uno con ellas, más comprende su incalculable valor y su alcance». Entonces, habiendo despertado gran inquietud en mí, le respondí: “Las palabras en sí, son misteriosas, tanto, que precisamente esclarecen la vida, y, en tanto que los humanos las llenamos de valor, estas, a su vez, llenan de inmenso valor nuestras vidas. Amablemente delimitan realidades, mas obtienen el increíble poder de crearlas”. Y la realidad que todos estamos creando juntos a través de ellas hoy, me hace sentir muy afortunada.
Gracias a todos por compartir, por escuchar, y sobre todo por el amor que siempre nos dais. Gracias al instituto Cristóbal de Monroy que con el corazón siempre trae al presente a mi abuelo. Gracias a María y al Departamento de Lengua que tanto cariño nos dais. No me cabe duda que Antonio, aquel hombre de mirada especial amante de la palabra que fue además de padre; poeta y profesor, estaría infinitamente orgulloso de quienes sois hoy. Un enorme abrazo de la familia Medina.
Virginia De Pablos, antigua alumna de nuestro Centro, ganadora de varias convocatorias de este Certamen y estudiante de Filología Hispánica:

Los primeros pasos de un sueño, por Virginia Pablos Castillejo.
Hace cinco años también yo me atreví a participar en este certamen y tuve la suerte de que se premiaran mis relatos en varias ocasiones. La primera vez que ocurrió fue en el año 2020, yo cursaba tercero de la ESO y a diferencia de muchos de mis compañeros ya tenía muy claro a lo que quería dedicarme y llevaba bastante tiempo esforzándome para lograr un lugar en el mundo de las letras. Sin embargo, hizo falta que uno de mis profesores me animara a participar en este concurso para dejar atrás las dudas acerca de si estaba siguiendo un sueño en vano.
Cuando en mitad de la cuarentena recibí la llamada que me anunció que había resultado ganadora tuve por primera vez la certeza de que había algo que verdaderamente se me daba bien y aquello cambió para siempre mi forma de pensar respecto al futuro y, sobre todo, me ayudó a determinar de forma definitiva la carrera que acabé estudiando.
Recuerdo, además, que participar en este certamen supuso un punto de inflexión en mi paso por la secundaria y que a partir de ahí todo fue a mejor. Los dos primeros años fueron realmente difíciles para mí, pero el hecho de ganar este certamen hizo que sintiera que formaba parte de algo. Desde ese momento, el instituto dejó de ser un lugar hostil para convertirse en una segunda casa y el hábito de caminar siempre con la nariz metida en un libro dejó de ser un defecto para convertirse en una virtud.
Aunque creo enormemente que la mía no es una mente brillante, es una mente constante. Digo esto porque creo que gran parte del mérito de un escritor es la constancia: es necesario leer mucho y escribir a diario para conseguir elaborar algo que valga la pena. Aun así, la pieza fundamental es el amor por la literatura, que seguramente compartimos muchos de los que estamos aquí y que resulta uno de los principios fundamentales de este certamen.
En la época que nos ha tocado vivir, muchas personas han olvidado que hay pocas cosas más poderosas que un libro. Siempre he pensado que para mí la idea de un mundo sin libros es inabarcable y me reconforta saber que existen porque es una de las pocas formas que tiene el hombre de evitar que se le olvide para siempre.
El tiempo lo borra todo, pero las palabras y las ideas que se plasman en una historia están condenadas a existir por toda la eternidad, así como la persona que las formula. Es por ello que todo el que se atreve a escribir corre el riesgo de convertirse en inmortal.
Para mí la idea de perdurar resulta fascinante y para lograrlo escribo, pero primero leo y reflexiono. El siguiente paso es uno de los más ansiados y complicados, pero si uno tiene conciencia de su propia grandeza no tiene de qué preocuparse. Consiste en darse a conocer, en lanzar historias al mundo para que otros las disfruten y mediten sobre ellas. Hoy, para conmemorar el aniversario de un certamen que lleva el nombre de un hombre que supo hacerse eterno a través de sus historias, tenemos la oportunidad de ver nuestras creaciones en forma de libro, que, en mi opinión es uno de los mayores inventos del ser humano.
Siempre he dicho que una de mis metas en la vida es publicar al menos un libro. La verdad es que me asustaba no conseguirlo, porque para mí eso suponía fracasar como persona y, sobre todo, como la persona que aspiro ser: una escritora. Hoy, al ver esta selección de relatos que ha brotado de la ilusión de muchos grandes y potenciales autores, puedo comprobar que parte de mi sueño ha comenzado a hacerse realidad y espero que si vuestras ambiciones son parecidas a las mías sintáis lo mismo. Enhorabuena a todos los ganadores, disfrutad del premio y no dejéis de participar en el certamen que da sentido a una de las vocaciones más grandes que se pueden tener: el amor por la palabra y las letras.
A continuación, os presentamos la galería de fotos de otros protagonistas del acto.
Ilustradoras:


Veamos esos magníficos diseños:

Continuamos con nuestros flamantes ganadores, por orden de Modalidad:








Raúl Álvarez recibió el Premio por la tarde, a manos de su profesora Antonia Pulido, pues sus obligaciones laborales le impidieron estar presente en la Ceremonia.
¡Enhorabuena a todos ellos!
Recogemos a continuación, información sobre los premios , regalos y detalles con los que se obsequió a los participantes:
Premio consistente en 100 euros para los primeros y 50 para los segundos de cada modalidad.
Detalles representativos de este evento: un cuaderno de escritura realizado por la Asociación Planeta Propio de personas con diversidad funcional, chapas, marcapáginas y tarjetas alusivas a motivos literarios confeccionadas en nuestro Centro y marcapáginas diseñados por Elisabeth Hermosín, alumna de 2º de Bachillerato de este Centro, que incluyen un dibujo del rostro de don Antonio y su cita: “Tú tienes la voz y la palabra sobre tus emociones, tu tiempo y tus temblores…”, así como el diseño personalizado de un dibujo relacionado con el contenido de cada relato.
También se han preparado: un título de su premio para los ganadores, un diploma acreditativo para los finalistas y un certificado de participación.
Además de ganadores y finalistas, las ilustradoras, el jurado, antiguos jefes del Departamento de Lengua, profesorado colaborador de los distintos Institutos de la localidad y, por supuesto, la familia Medina recibieron ejemplares de la Antología.









Al final de la Ceremonia, doña Micaela, viuda de don Antonio recibió un ramo de flores, que le entregaron sus nietos, Virginia y Miguel:

Por último, el principio: presentación de la Ceremonia, en la que se pronunciaron las siguientes palabras:
Buenos días a todos los presentes. Os doy la bienvenida a la Ceremonia de entrega de Premios de la trigésima edición del Certamen de narración breve Medina de Haro.
Desde el pasado curso, hemos estado preparando con mimo este evento literario, con la recopilación de relatos de convocatorias anteriores, de cuyo resultado os hablará nuestra directora, así como la preparación de importantes intervenciones, que vamos a disfrutar en esta hora. Además, los detalles que se van entregar como obsequio a participantes, finalistas y ganadores han sido elaborados de forma artesanal y con mucho cariño; véanse los diplomas o certificados, los cuadernos de escritura realizados por la Asociación Planeta Propio de personas con diversidad funcional, recuerdos varios inspirados en la novela Alicia en el País de las Maravillas (decorado que ha servido de hermosa acogida a este recinto), realizados por el Equipo de Biblioteca para conmemorar el Día del Libro, chapas alusivas a motivos literarios confeccionadas en nuestro Centro y los marcapáginas diseñados por Elisabeth Hermosín, alumna de 2º de Bachillerato de este Centro, que incluyen un dibujo del rostro de don Antonio y su cita: “Tú tienes la voz y la palabra sobre tus emociones, tu tiempo y tus temblores…”, así como un dibujo inspirado en el contenido a cada relato ganador.
Durante el curso actual, hemos promocionado el certamen con especial ilusión, de forma que ha vuelto a participar el alumnado de las enseñanzas de adultos, con textos de gran calidad; lo que agradecemos especialmente a su profesora de Lengua y Literatura, Antonia Pulido.
Así que celebramos muy satisfechos esta muestra de la creatividad de la palabra escrita, en la que los narradores han compartido historias de terror, de dolor o de amor, con temáticas sobre la libertad, el empoderamiento, la salud mental, el alzheimer, la incomunicación, la soledad o la pérdida de un ser querido, a través de una narrativa envolvente, deliciosas descripciones y diálogos bien construidos.
Todo ha sido posible, gracias a la labor de nuestras Directora y Vicedirectora, María Quirós y Rocío Ortiz, el Departamento de Lengua y Literatura, el jurado, el profesorado de los Institutos de la localidad, los participantes y, en esta ocasión además, a la colaboración del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra y la Biblioteca Editor José Manuel Lara, con agradecimiento especial a Ofelia Jaén, su bibliotecaria, como ahora nos contará María, a la que doy la palabra. Muchas gracias

Al finalizar el acto, se hizo entrega de un ejemplar de una sencilla publicación en formato revista del relato «Por siempre tu amigo» de Virginia Medina Belloc, que se alzó con el Segundo Premio de la Modalidad B del XXI Certamen de narración breve Medina de Haro.

Pablo Romero, Virginia Medina y María Quirós

Como colofón, permitidme incluir algunas palabras de los asistentes, recogidas en las despedidas cercanas o en las cariñosas felicitaciones del después…:
«Enhorabuena por este acto tan elegante y emotivo. Ha estado muy bien preparado y ha resultado muy agradable». Elia Martín.
«Felicitaciones a todo el Departamento de Lengua por el empeño, cada uno en su rol, por que el acto de hoy y todo el Certamen Medina de Haro haya sido impecable. En los tiempos que corren es una heroicidad seguir manteniendo con tanta ilusión esta preciosa iniciativa que empezó hace nada más y nada menos que 30 años. Los que empezaron ya no están, pero han dejado un legado difícil de no continuar. La ceremonia ha sido preciosa». Nadia Becerra.
«Un acto muy bonito, cuidado, siendo los protagonistas los que tenían que ser, los alumnos y los Medina, sin artificios, con elegancia y mimo, en su justa medida. Me encantó». Antonia Pulido.

Mi más sincero agradecimiento a todos los que han contribuido a la consecución de unos momentos tan entrañables.
Isabel López-Cepero